LOS CUATRO ELEMENTOS, por A.B. Toscano

Mirame bien porque esto que ves no es una sola persona. Mírame a fondo porque aquí están todas las que me amaron y a las que alguna vez amé. Ellas me han hecho quien soy. Ellas me han querido, me han dejado y me han dejado dejarlas. Ellas me han arrastrado por todos los estados del corazón, y, gracias a ellas, hoy conozco muy bien los cuatro elementos de la materia afectiva: enamorarse, estar enamorado, querer y amar. Enamorarse es fuego. Un proceso que y todo lo quema y todo lo consume, sobre todo a quien lo profesa. Como toda autocombustión, afortunadamente no dura para siempre. Nadie sobreviviría mucho tiempo a esa ceguera, a esa falta de cordura, a ese corazón. Pero tampoco sabríamos cicatrizar sin haberla sufrido nunca, ¿Quién no ha sido nunca pirómano por amor?¿Quién no ha fingido poder controlarlo?¿Quién no ha negado lo que era evidente? En esta hoguera de las banalidades, la madera que más prende es la fantasía, las llamas se tiñen todas de rojo pasión, el humo que ...