Entradas

Mostrando entradas de 2024

¿Qué es mi cuerpo para mí?

 Mi cuerpo es tantas cosas, que no sé qué coño es mi cuerpo.  A veces, mi cuerpo sostiene la rabia que pide salir con fuerza, contra algo, contra alguien, cuando lo injusto me rodea. Otras veces me aísla, creyendo que me protege, cuando alguien que dice quererme me pone la mano encima, simplemente para acariciarme o tal vez abrazarme.  Mi cuerpo no quiere sentir mucho, porque a través de él, también duelen las personas. Para algunos, su cuerpo es un templo. Para mí, desde hace un tiempo, lo siento como una iglesia expoliada, con una paz que alberga guerras pasadas, con un valor basado en la historia de esas ruinas, ya sin nada que perder, salvo la memoria. Mi cuerpo es un almacén de viejos recuerdos, cicatrices que cuentan infancias de rodillas peladas, juegos de niños y otros tantos. Mi cuerpo es fragilidad, es culpa por no cuidarlo, es caos, rabia y un proyecto abandonado. También, mi cuerpo es fuerza. Es esa háptica con la que me permito sentir, cuidar y buscar ese hilo conductor qu

Las botas

Hace unos días que abro el cubo de la basura y ellas me miran. Sí, están ahí y me juzgan porque las he tirado y no he hecho el balance que se merecen. Ellas, que me han acompañado durante cuatro largos otoños e inviernos. Ellas, que me han llevado a tomar café, al trabajo, a casa de mis amigas, de mi madre, de paseo por Granada, Madrid, por Málaga, Huelva...por donde me haya movido.  Es lo que tenemos las pobres, que no tenemos en el banquillo a otros pares esperando según los pantalones que luzcas, valorando enormemente que sean tan cómodas y calentitas las que llevas.  No me he atrevido a echarles basura encima. Cada vez que abro el cubo, las veo tumbadas de lado con cuidado y una sensación extraña de culpa y arrepentimiento me invade. No sé, se había despegado parte de una de las suelas pero, ¿y si tuviera fácil arreglo? ¿Y si las estoy tirando demasiado pronto y podrían haberme aguantado un invierno más? Me miran y me dicen que las anteriores a ellas, las primeras que tuve, las agu

Querida Yo

Queridos Reyes Magos: Tranquilos, no se trata de ninguna carta que llegue a pediros cosas a destiempo, ni tan si quiera es una carta que llega a destiempo a pediros cosas. Me dirijo a vosotros porque a veces no tengo muy claro a quién lo hago y, dadas las fechas y todo lo que les rodea, tampoco me pareció tan mala idea.  Llevo medio año sin asomar por aquí, aunque reconozco haber estado escribiendo en algún que otro momento crítico en mi libreta de los desastres. Sé que este ha sido siempre mi vertedero emocional, pero hasta cuando se trata de verter la basura, una debe conocer los límites establecidos. El año ha estado repleto de movidas que me han tenido oscilando en la cuerda floja entre la desesperación y la supervivencia. Tengo la sesnsación de que cuanto más siento y trabajo en mis cosas, más vulnerable me vuelvo. No creo que esto se quede en sensaciones, pero aún estoy aprendiendo a abrazar mi fragilidad sin ostigarme ni castigarme por ella.  En terapia también tuve fluctuacione