Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2015

Capítulo 34

Imagen
El sol se hundió definitivamente en el mar. Siempre me había preguntado dónde pasaría la noche, y ahora por fin lo sabía: se acostaba bajo la superficie del agua. Sin embargo, el sol tenía que sumergirse muy mucho en el agua, ya que no se veía ni una pizca de luz. La luna y las estrellas se reflejaban en las oscuras olas. Después de unos tan duros, ese espectáculo me resultó sumamente tranquilizador, el suave golpeteo del agua contra el casco del barco, el leve balanceo del suelo bajo mis pezuñas, la ligera brisa marina en la piel y el aire fresco en los ollares. Lo que sentía era un gran alivio por haber salido con vida de tantas aventuras. Y una profunda gratitud. Si esos sentimientos eran la felicidad, entonces era muy feliz. Lo único malo fue que esa sensación no duró mucho. Una pequeña parte desagradecida de mí comenzó a alterarse y se dio cuenta de que la vida tenía que ser algo más que simplemente sobrevivir. Traté de reprimir esa parte vacilante, pero cuanto más me esforzaba