Llega septiembre, y como con cada inicio de mes, otra monedita para el pinball y otra oportunidad de sumar puntos de aguante con la bola golpeando por todas partes en un intento desesperado de dejarse ser por la inercia y reposar, fuera de juego, en Game Over. Parece que todo estaba recolocándose, pero no me estoy entendiendo muy bien, las cosas como son. La cabeza me funciona como un globo de helio atado al esternón, para hacer el paripé y que parezca que algo hay y que, de paso, no salga flotando. Me siento cansada, no creo que exista palabra que pueda explicarlo mejor. Cansada de estar cansada. También estoy decepcionada, triste, enfadada... Y como el globo de helio, algo tendré, pero no lo veo. Lo mismo debería soltar la cuerda y comprobar al menos el peso de lo que queda. Salgo, entro, me muevo, me río, toco y abrazo. Me he fugado un par de veces lejos, una a la playa y otra a la montaña. Me he puesto de frente a esos espacios libres de humanos que tanto bien ha...