Error 404

Las normas estaban claras: nada humano dentro del poder gravitacional de Eris. Era sencillo. La masa está compuesta por una materia incapaz de combinar con otra diferente a la misma. Sí, lo advertí, nada ni nadie puede entrar a Eris sin provocar pequeños daños en la superficie o qué se yo, destructibles e irreparables.
Sé que la culpa es mía, la creación de puentes secretos para mantenerme en unión con los terrícolas es una buena idea si no es por una pequeña gran cosa: los humanos son egocéntricos y piensan que las normas están para saltárselas. Creen saberlo todo y tener todo bajo control. Los humanos no son de fiar, y por tanto, los puentes son estructuras que deslizan peligros potenciales de escala insospechada.
Las buenas intenciones no me sirven, las reglas son las reglas y para no variar, siento que la historia se repite.
Ayer, Eris comenzó a vibrar de forma descontrolada y el suelo empezó a agrietarse (en fin, ¡con lo que me había costado reponer el terreno de la invasión anterior!). Levanté mi culo de la silla de los atardeceres y busqué el origen en las entradas al mismo. Divisé al problema caminando seguro de sus pasos haciendo caso omiso de las señales y Eris, fuera de control, comenzó a azotar los puentes con rudeza como si no hubiera mañana.
El sentido empático que comparto con mi pequeño planeta activó mil señales de peligro y mi amígdala tuvo que decidir: lucha o huída. Corrí al puente problema y corté las cuerdas.
En cuanto termine de arreglar los destrozos de mi núcleo fabricaré artilugios como los detectores de metales, pero serán tan potentes que no dejarán pasar nada de nada, solo humanos con credencial con las manos y bolsillos vacíos. En Eris como en todos los planetas del mundo, lo esencial es invisible a los ojos. Así tiene que ser y así quiero que siga siendo.

En la Tierra ofrece una mano y te agarrarán el brazo, fuera de ella ofrece un puente y querrán invadir tu superficie lunar.

Comentarios

  1. Hay que tener cuidado al fabricar esos artilugios que nada dejan pasar, ya que se pueden volver en tu contra... es difícil encontrar artilugios inteligentes, que dejan entrar sólo si conviene o no resulta dañino, sólo se consiguen con vivencias y aprendiendo de ellas y por lo tanto hay que arriesgarse.
    Espero que venga la calma, y ya sabes que es un placer leerte. Un beso.

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