"Antíduelo"

Y restamos.

Se fue. Y cuando pase esta negación autoprotectora, lo mismo podré contar algo.
Entre tanta resta, tanto duelo, he empezado a alargar la necesidad de quedarme durmiendo y soñando. Nada adaptativo, lo sé,  pero es un intento desesperado de maquillar la realidad y dejarla tan bonita como a mi abuela en esa caja de madera -que cierto es, estaba tan guapa que no parecía la misma que antes estaba en el hospital agonizando como la que quiere soltar su cuerda del esternón y volar y no la dejan-.
Ayer, después de enterrarla, me dormí y soñé que se levantaba y ante el asombro de todos los demás repetía que no estaba muerta y que éramos unos exagerados. Hoy he soñado que M. estaba conmigo y me abrazaba y cuando le preguntaba que qué estaba pasando me decía que nunca lo habíamos dejado. En ambos sueños me dejaba engañar. No se estaba tan mal.

De ambos sueños despiertas, claro. Curioso antídoto al duelo que, visto que no estoy lista para superar, me lo niega mientras no dependa de mi centro de la lógica. Supongo que estar en números rojos es difícil de comprender y así vamos, entendiendo , poco a poco, que hay cosas que se ven y otras que se van.

El 2018 se está coronando pero sé que aunque salga de él a rastras y con un hilito de "vida gamer", será un puto año convertido en sacudida de estas que son hostias cósmicas que te llevan a cualquier parte. No importa dónde, porque a algún lado me llevará. Supongo que esto es lo que importa.

Tú aprieta, que al final respondo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Hazte pajas positivas

Libreta. 4 de junio de 2023.

Querida Yo