21 Septiembre

21 Septiembre 2015 Hace unos días, cuando hice esta foto, en lo único que pensaba es en lo que le gusta a mi abuela el azul del cielo y lo que me hubiera encantado tenerla justo en ese momento al lado para hacerle mirar. El mismo día subí la foto y no había azul, y no era porque quedara bonita. Sé que a mi abuela le encanta el cielo despejado porque cada mañana, durante unos 20 minutos de espera al autobús, es capaz de levantar la mirada, sonreír y soltar su "mira qué azul tan bonito tiene el cielo" una media de diez veces. Y yo, que tengo la suerte de verla disfrutar de ese momento tantas veces en una sola mañana, prefiero mirar su expresión y su instante de felicidad compartida conmigo. El Alzhéimer convierte en desconocidos tanto al que lo padece como a sus familiares. El día que ya no nos reconozca ni atine a darnos el nombre correcto será un día gris, pero nunca tanto como el día en que la ves por primera vez perdiendo su vida por momentos. La vida no para de enseñarnos ...